BALLESTEROS & ABOGADOS S.A.C. recoge el comentario efectuado por el distinguido Economista Pedro Pablo Kuczynski respecto de la situacion economica nacional que RATIFICA nuestra posicion, por ello la ponemos a disposicion de nuestros lectores.
Se acerca el 28 de julio, fecha que marca el final del año político, con la instalación de una nueva Mesa Directiva del Congreso y el informe anual del Presidente de la República. Al mismo tiempo, el año económico, que es paralelo al año calendario, está en pleno curso.
¿Qué podemos decir sobre el transcurso político del Perú en este último año? No hay duda que ha sido un año difícil, el cual se refleja en una tasa de aprobación descendiente para el Presidente de la República y su gobierno. Sin embargo, hay que pensar que algunas de las iniciativas que están reflejadas en esta falta de popularidad tienen objetivos sanos, como son, por ejemplo, el intento de mejorar la calidad de la educación pública y también de la enseñanza en los colegios del Estado. Por supuesto, la clave está en los detalles de estas medidas, que se deben explicar mejor para que tengan mayor aceptación. Los voceros del Gobierno no han dado buenas explicaciones, las cuales indudablemente existen.
Por otro lado, el tema central que preocupa a los ciudadanos, el de la seguridad, hasta ahora no ha sido realmente enfrentado. Si bien están dando algunos pasos, como por ejemplo, mejorar los sueldos de la Policía y de las Fuerzas Armadas, estos han sido lentos y hasta ahora no se ven resultados concretos. Sin duda, este es el gran tema que debe explicar el Presidente en su mensaje a la nación.
El año parlamentario no ha terminado bien. La imagen que proyecta el Parlamento, símbolo central de la democracia, es muy deficiente. Después de dos años de discusión sobre los nombramientos en el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y los directores que faltaban del Banco Central, solo se puede decir que estos últimos han sido nombramientos felices. En el Tribunal Constitucional hay sin duda algunos nombramientos de alta calidad, pero básicamente se le ha dado el control político del Tribunal al Poder Ejecutivo, algo indeseable en cualquier país. Y en la Defensoría no se ha nombrado a una persona que proyecta independencia política, lo que es una carencia grave. Y todo esto después de discusiones que duraron casi dos años, y que terminaron en amiguismos y componendas en vez de un proceso transparente.
Al final, como dijo el Barbero de Sevilla: "el dinero es el nervio de la intriga". O sea, la economía es clave. El Ministerio de Economía y Finanzas sigue teniendo la sartén por el mango y en general es el que hace que el Perú funcione. Pero se vienen tiempos más difíciles:
La economía china se está desacelerando rápidamente y la transición de una economía basada en la inversión a una que enfatiza el consumo no es fácil. Esta transición hace que los metales hayan bajado, aunque felizmente el Perú tiene todavía una buena diversificación en sus exportaciones de minerales, sin depender demasiado de un solo producto como es el caso de Chile.
El estancamiento de las exportaciones del Perú ha creado un déficit comercial, cuando tradicionalmente el Perú es superavitario en su comercio exterior. Esto puede ser un problema en el futuro si la inversión desde el extranjero no aumenta. Y por ahora es poco probable que aumente, mientras la minería a nivel mundial siga recesada.
Como lo vemos con la huelga médica, la política de haber dejado los sueldos del sector público estancados desde 2006 está teniendo su costo. Si bien, esta fue una buena política a mediados de la década pasada, cuando los recursos del fisco escaseaban, debe empezarse un ajuste gradual porque de otra manera se vendrá una marea de reclamos. Como lo vemos en el caso de la Policía y las Fuerzas Armadas, hay un pequeño esfuerzo de arreglar las cosas, pero es importante ir adelantándose a los inevitables reclamos que se vienen.
El crecimiento económico que ha tenido el Perú en la última docena de años se debe a la combinación de una demografía favorable, con una población joven y una creciente participación de las mujeres en la fuerza laboral, junto con sanas políticas económicas. Esta combinación probablemente seguirá. No lo dudamos. Pero se vienen épocas más difíciles, y es casi inevitable que el crecimiento económico del Perú se frene en lo que queda del año 2013 y probablemente el año 2014. Lo importante es no perder las riendas y la brújula, y seguir en el camino sano por el cual hemos andado en los últimos años.
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